El COVID-19 vino a acelerar y a concientizarnos de una manera abrupta de muchos temas personales y laborales. Ha sido un tiempo necesario para poder dimensionar la importancia de un proceso de transformación, más que de cambio.
Haciendo un enfoque en el mundo organizacional, estamos en tiempos líquidos, con empresas líquidas y carreras líquidas. Lo sólido parece que se derritió en el camino del tiempo.
Las carreras líquidas exigen de todos los profesionales tanta flexibilidad, como la de un bambú. Reinventarse es parte de la tarea diaria, así como moverte de un sitio a otro forma parte de la dinámica, hay que ir donde corresponda. Adicionalmente, la velocidad para esta adaptación traducida en fluidez marca la diferencia para obtener mejores posibilidades.
En este momento tan particular que vivimos, donde las carreras líquidas, se apoderan de la realidad profesional, es importante tomar en cuenta lo siguiente:
- Trabajos, empresas, clientes y seres humanos cambian. Por lo tanto tendremos que reinventar nuestra profesión.
- La multipotencialidad, cada vez más pasa a ser una realidad y no un concepto debatido por muchos.
- Nuestra marca personal adquiere relevancia. Sin embargo debe trabajarse más que nunca focalizada en la versatilidad, autenticidad y propuesta única de valor que debe proyectar.
- Asumir riesgos forma parte del juego. Solo que no tendremos cómo calcularlos, entonces la valentía, la certeza, la confianza y la convicción en nosotros mismos, serán las características que resaltan en este momento de vida.
- La creatividad no solo debe estar presente en las ideas y conceptos, sino también en las alianzas estratégicas. El trabajo colaborativo forma parte de las carreras líquidas.
- Juego de cintura. Esto implica objetivos claros, estructura en la planificación pero flexibilidad y quiebre para evitar el golpe.
- Adquirir conocimientos y habilidades es fundamental para poder calar en cualquier estilo de empresa que nazca a raíz de esta coyuntura. Los entornos personales de aprendizaje son el marco para fortalecer nuestra experiencia.
En resumen, la vida líquida viene cargada de dinamismo y de una consistencia bañada de incertidumbre. Es como ir a un baile donde no siempre vas a poder escoger la canción y mucho menos la pareja con la que te tocará bailar. Ya no es solo un tema de edad, las fronteras se rompieron para todo.
Eres responsable de tu carrera. No importa en qué estado se encuentre, sólida, gaseosa o líquida como es hoy. Es tiempo de entender que no hay tiempo, hay que accionar.
Me despido recordándote que la buena nota de la vida, siempre pero siempre eres tú.
